Hace unos días, una amiga me hablaba de una entrevista a Emily Esfahani donde aprendió la diferencia entre “buscar la felicidad” y “buscar el sentido de la vida”.
Parece ser que la primera opción te lleva, con más probabilidad, a ser infeliz que la segunda.
Pero, ¿por qué?
Según Emily la felicidad está sobrevalorada. La cultura que nos rodea nos bombardea con mensajes como “una buena vida es una vida feliz”, o “si persigues la felicidad tendrás más éxito, amigos y dinero”, pero realmente esto no es así.
Todo el mundo a lo largo de la vida convive, en mayor o menor medida, con dificultades y sufrimientos, y estos mensajes parecen ignorar esta parte de realidad, incluso pueden resultar culpabilizadores, señalando que hay algo que estás haciendo mal si no eres feliz.
Ella había conocido a mucha gente que no perseguía la felicidad y, sin embargo, tenía una vida con sentido.
Generar esa expectativa irreal de que tenemos que ser felices todo el tiempo, y vivir en una cultura que la sostiene, hace que cuando no identificamos nuestra vida con esos parámetros de felicidad, somos infelices.
Emily presenta la idea de sentido como alternativa a la felicidad. Aunque son conceptos que van casi de la mano, la diferencia fundamental entre ambas es que la felicidad es una emoción que viene y va, mientras que el sentido es algo más amplio. Los filósofos y los psicólogos definen una vida con sentido como algo que conecta y contribuye a algo que va más allá de nosotros mismos, algo que da un cierto orden a nuestras vidas.
Es muy interesante apreciar que hay gente que dirige su vida a la búsqueda de sentido y gente que la enfoca a la búsqueda de la felicidad, y, cuando esto ocurre, hacen cosas diferentes.
Hay estudio donde se ve que hay diferencias en nuestro comportamiento al estar motivado por un objetivo u otro. Cuando se pide a los sujetos que realicen actividades con sentido para ellos hacen cosas como estudiar, ir a ver un familiar enfermo o hacer voluntariado, y cuando se les pide que realicen actividades que les hagan felices juegan a videojuegos, duermen hasta tarde o se hacen las uñas.
Actualmente parece ser que hay una crisis de sentido generalizado, un sufrimiento común, porque hay que tener en cuenta que muchas de las fuentes históricas del sentido como la religión, la comunidad, los rituales o los ancestros ya no son esenciales en nuestras vidas.
Hoy en día somos seres más individualistas y autosuficientes, y ahora nos toca descubrir solos cómo satisfacer la necesidad de sentido a nuestras vidas, ya que, sin este, sufrimos.
Intentar responder esta necesidad es lo que llevó a Emily a sus investigaciones y a escribir su libro ‘El arte de cultivar una vida con sentido’, donde resume en cuatro LOS PILARES DEL SENTIDO DE LA VIDA : pertenencia, propósito, trascendencia y narrativa.
Pertenencia: hace referencia a las relaciones. Pero de habla de ese tipo de relación en la que te sientes valorado por ser quien eres, de manera intrínseca, y en la que valoras a la otra persona por quien es en esencia. No tiene por qué formar parte de una relación desde el principio ni tratarse de actos muy grandes. Es algo que se puede cultivar con la/s otra/s persona/s al interaccionar juntas. Sintonizando, escuchando activamente y atendiendo, creando una especie de conexión íntima en la que se sienten vistos y valorados por los otros.
Propósito: es la parte del sentido que nos guía hacia el futuro, un objetivo o un principio que orienta nuestra vida y que implica que aportemos algo a los demás.
Trascendencia: momentos en los que te sientes por encima de la rutina cotidiana y sientes que estás conectado a algo mucho más grande que tú. Son maneras que tenemos de disminuir la importancia de nuestra individualidad, y se pueden producir de muchos modos, por ejemplo, orando, meditando, estando en contacto con la naturaleza (mirar las estrellas, un atardecer, etc.), incluso en movimientos colectivos como el baile. La sensación de estar ante algo muy grandioso hace que al volver a la cotidianidad veamos las cosas de modo diferente. Y estudios demuestran que aumenta las probabilidades de vivir la vida realizando actos que aumenten el sentido de la misma (como la generosidad, ofrecer ayuda, empatizar, etc..).
Narrativa: trata de la historia que nos contamos sobre nosotros mismos, sobre cómo hemos llegado a ser la persona que somos hoy. Y lo fascinante es que si somos conscientes de ella podemos editarla. Si hay algo que no nos deja avanzar tenemos que recordar que somos los editores de nuestra propia historia, podemos modificarla o reinterpretarla de forma que nos permita seguir caminando hacia delante. Eso es básicamente lo que hacen las personas que reflexionan sobre sus vidas, y también lo que se hace en la terapia.
No es necesario tener los cuatro pilares en tu vida para encontrarle sentido, aunque cuantos más pilares tienes, parece ser que más fuerte es tu noción de sentido.
Lo curioso es que a veces también ocurre que, nos centramos en buscar uno de ellos, por ejemplo, tener un propósito en la vida, y que al no encontrarlo nos hace tildar de sin sentido nuestra existencia, cuando en realidad tenemos los otros tres pilares bien cubiertos y no nos damos cuenta y por tanto no nos apoyamos en ellos. Por eso es muy importante conocerse y reflexionar.
Todo esto, además, no solo es aplicable a los adultos, es importante hacer que los niños y los adolescentes piensen en su vida de manera global: aquello que les importa, sus valores, las actividades que les apasionan, y las contribuciones al mundo que les rodea. Genera bases muy sólidas que les prepara para lo que les espera en la vida.
Hay estudios que demuestran que los niños que reciben estos mensajes desean en mayor medida ejercer profesiones que contribuyan a la comunidad, o desarrollan las tareas escolares con mayor disposición, sacan mejores notas y se integran mejor en las actividades de la escuela.
Parece que las diferencias entre “buscar la felicidad” y “buscar el sentido a la vida” quedan más claras ahora, aunque verdaderamente es un tema muy amplio en el que se podría profundizar muchísimo.
Este pequeño acercamiento a mí me ha resultado muy interesante. Si quieres puedes ver la entrevista completa más abajo.
Ana Sainz-Pardo
→ Puedes ver aquí la entrevista completa “Los cuatro pilares para cultivar una vida con sentido”: https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/los-cuatro-pilares-para-cultivar-una-vida-con-sentido-emily-esfahani/v/como-vivir-una-vida-con-mas-sentido/
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